Gobierno de Canarias

Comunidad Autónoma de Canarias

Boletín Oficial de Canarias

Estás en:

BOC Nº 69. Martes 10 de Abril de 2018 - 1663

ATENCION. La versión HTML de este documento no es oficial. Para obtener una versión oficial, debe descargar el archivo en formato PDF.

III. OTRAS RESOLUCIONES - Consejería de Turismo, Cultura y Deportes

1663 DECRETO 43/2018, de 2 de abril, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de conocimientos y actividades tradicionales de ámbito local, "La Fiesta de la Rama de Agaete", en el término municipal de Agaete, isla de Gran Canaria.

10 páginas. Formato de archivo en PDF/Adobe Acrobat. Tamaño: 331.79 Kb.
BOC-A-2018-069-1663. Firma electrónica - Descargar

Visto el expediente instruido por el Cabildo Insular de Gran Canaria para la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de conocimientos y actividades tradicionales de ámbito local, a favor de "La Fiesta de la Rama de Agaete", en el término municipal de Agaete, y teniendo en cuenta los siguientes

ANTECEDENTES DE HECHO

Primero.- Mediante Decreto del Consejero de Gobierno de Cultura del Cabildo Insular de Gran Canaria, de 29 de diciembre de 2016, se incoa expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de conocimientos y actividades tradicionales de ámbito local a favor de "La Fiesta de la Rama de Agaete", en el término municipal de Agaete.

Segundo.- Con fecha 23 de enero de 2017, el Cabildo Insular de Gran Canaria solicita los preceptivos dictámenes a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y al Museo Canario, siendo emitidos sendos informes favorables por ambas entidades.

Tercero.- El 6 de marzo de 2017, la Dirección General de Patrimonio Cultural, de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, recibe comunicación de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, de haberse efectuado anotación preventiva del referido bien en el Registro General de Bienes de Interés Cultural.

Cuarto.- Mediante Decreto del Consejero de Gobierno de Cultura del Cabildo Insular de Gran Canaria, de 3 de abril de 2017 (BOC nº 82, de 28 de abril) se abre un periodo de información pública de veinte días, sin que conste la personación de interesados en el expediente durante este periodo.

Quinto.- Por Decreto del Consejero de Gobierno de Cultura del Cabildo Insular de Gran Canaria de 3 de abril de 2017, se abre el trámite de audiencia en el expediente por un plazo de quince días, no constando la presentación de alegaciones en este trámite.

Sexto.- Por Decreto del Consejero de Gobierno de Cultura del Cabildo Insular de Gran Canaria, de 14 de junio de 2017, se propone elevar el expediente al Gobierno de Canarias para la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de conocimientos y actividades tradicionales de ámbito local a favor de La Fiesta de la Rama de Agaete, en el municipio de Agaete.

Séptimo.- El Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, en sesión celebrada el 18 de diciembre de 2017, emite informe favorable a la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de conocimientos y actividades tradicionales de ámbito local, a favor de La Fiesta de la Rama de Agaete, en el municipio de Agaete, isla de Gran Canaria.

Octavo.- El 14 de febrero de 2018, la Dirección General de Patrimonio Cultural certifica que en el expediente seguido para la declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de conocimientos y actividades tradicionales de ámbito local, a favor de La Fiesta de la Rama de Agaete, en el municipio de Agaete, isla de Gran Canaria, no se ha formulado denuncia de mora.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

Primero.- La tramitación de este expediente se ha llevado a efecto según lo determinado en la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias, en el Decreto 118/2001, de 14 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, y en el Decreto 111/2004, de 29 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre Procedimiento de Declaración y Régimen Jurídico de los Bienes de Interés Cultural.

Segundo.- La Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, en su artículo 2, establece que el referido patrimonio "está constituido por los bienes muebles e inmuebles que tengan interés histórico, arquitectónico, artístico, arqueológico, etnográfico, paleontológico, científico o técnico".

Tercero.- En su artículo 18, punto 3, letra c), el citado texto legal recoge los conocimientos y actividades tradicionales que serán declarados de interés cultural con la categoría de ámbito local: "manifestaciones de la cultura popular, arraigadas o en peligro de extinción, que contengan valores presentes en un ámbito inferior a una isla".

En el presente caso, la Fiesta de la Rama de Agaete es un acto de las Fiestas en Honor de Nuestra Señora de las Nieves, en la Villa de Agaete -declaradas "Fiestas de Interés Turístico" por Resolución de la Secretaría de Estado de Turismo, de 18 de enero de 1980 (BOE nº 41, de 16.2.80)-, y que, con el paso de los años ha llegado a ser, para los habitantes de Canarias, el acto más representativo de las mismas.

Cuarto.- De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 8.1, del Reglamento sobre Procedimiento de Declaración y Régimen Jurídico de los Bienes de Interés Cultural, se ha recabado informe de, al menos, dos de las instituciones consultivas expresamente previstas en el artículo 14 de la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, habiendo sido emitido informe favorable por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y el Museo Canario.

Quinto.- La declaración de Bien de Interés Cultural se realizará mediante Decreto del Gobierno de Canarias, a propuesta de la Administración actuante y previo informe favorable del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias. En la declaración deberá describirse claramente el bien, añadiéndose, cuando proceda, un anexo que incluya entre otros extremos, la justificación de la referida declaración. En este supuesto, además, se incluye la valoración histórica y antropológica, así como la estructura y actores del espacio festivo.

En su virtud, a propuesta del Consejero de Turismo, Cultura y Deportes, visto el informe favorable del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, y tras la deliberación del Gobierno en su reunión celebrada del día 2 de abril de 2018,

D I S P O N G O:

Único.- Declarar Bien de Interés Cultural, con categoría de conocimientos y actividades tradicionales de ámbito local, "La Fiesta de la Rama de Agaete", en el término municipal de Agaete, isla de Gran Canaria, según la descripción y justificación que se contiene en el anexo de este Decreto.

Contra el presente acto, que pone fin a la vía administrativa, cabe interponer recurso potestativo de reposición ante el Gobierno, en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente al de su notificación o publicación, o directamente recurso contencioso-administrativo ante la Sala competente de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente al de su notificación o publicación, significando que, en el caso de presentar recurso de reposición, no se podrá interponer recurso contencioso-administrativo hasta que se resuelva expresamente el recurso de reposición o se produzca la desestimación presunta del mismo y, todo ello, sin perjuicio de cualquier otro recurso que pudiera interponerse.

Dado en Las Palmas de Gran Canaria, a 2 de abril de 2018.

EL PRESIDENTE

DEL GOBIERNO,

Fernando Clavijo Batlle.

EL CONSEJERO DE TURISMO,

CULTURA Y DEPORTES,

Isaac Castellano San Ginés.

A N E X O

A) DESCRIPCIÓN.

La Fiesta de la Rama de Agaete se celebra anualmente entre los días 3 y 4 de agosto, como parte integrante de las celebraciones en torno a la festividad religiosa de la Virgen de las Nieves, en la Villa de Agaete, Gran Canaria, organizada, programada y coordinada por el Ilustre Ayuntamiento de la Villa de Agaete.

En la actualidad, y como producto de su propia evolución histórica, la Fiesta de la Rama de Agaete se manifiesta formalmente en una serie de actos concatenados, bien establecidos y ritualizados, que le confieren buena parte de sus valores antropológicos, sociales e identitarios en una dimensión que trasciende lo local. La asistencia media a la celebración oscila entre las 20.000 y las 30.000 personas.

Por Orden del Ministerio de Comercio y Turismo, de 29 de enero de 1979, se regula la normativa para la concesión del titulo honorífico de «Fiesta de Interés Turístico (BOE nº 37, de 12.2.79) y por Resolución de la Secretaría de Estado de Turismo, de 18 de enero de 1980 (BOE nº 41, de 16.2.80), se publica la relación de "Fiestas de Interés Turístico de España", clasificándolas en categorías de "Fiestas de Interés Turístico Internacional", "Fiestas de Interés Turístico Nacional y "Fiestas de Interés Turístico". En la mencionada Resolución, las Fiestas en Honor de Nuestra Señora de las Nieves, en la Villa de Agaete (Las Palmas), se encuadran dentro de la categoría de "Fiestas de Interés Turístico". La Rama es un acto de las citadas Fiestas de Las Nieves que, con el paso de los años ha llegado a ser, para los habitantes de Canarias, el acto más representativo de las mismas.

Por otra parte, desde agosto de 2010, la Villa de Agaete cuenta con un Museo de La Rama en el que se guardan y muestran los diferentes elementos que intervienen en la fiesta, como son los tradicionales papagüevos -gigantes y cabezudos que representan a personajes relevantes en la historia del municipio-, las farolas, las ramas, etc. y se recoge su evolución, los principales personajes, las celebraciones anteriores, etc.

1.- La noche de la víspera.

La noche del día 3 de agosto marca el inicio de la fiesta toda vez que es a partir de ese momento cuando comienzan a llegar asistentes a Agaete, que se reúnen en torno a bares, chiringuitos o fiestas familiares, de vecindad o amigos.

2.- La diana.

Documentada desde, al menos, 1903, como su propio nombre indica la "diana" cumplía originariamente la función de despertar a los vecinos y prevenirles para ir a buscar o recoger la rama vegetal con la que bailarían a las pocas horas.

En la actualidad, a las cinco de la mañana del día 4 de agosto, un volador disparado desde la azotea del Ayuntamiento marca el inicio de un recorrido que, desde la plaza, sube por la calle Juan de Armas hasta que conecta con la calle de La Cruz, por la que baja. Las bandas de música acompañan a los asistentes, que bailan a su ritmo hasta el amanecer.

3.- La rama.

En torno a las diez de la mañana del día 4 de agosto, tras la explosión del volador y el comienzo de la música por parte de las bandas, los asistentes arrancan de nuevo la comitiva desde uno de los laterales de la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, en la calle Juan Valls y Roca, en dirección a la Plaza de la Constitución, atravesándola por uno de sus laterales hasta conectar con la calle Concepción, que sigue hasta su final para desembocar en la Plaza Tenesor; sube de nuevo por la calle Juan de Armas, remontando por el Ayuntamiento hasta conectar con la calle de La Cruz, por la que se baja hasta la calle Guayarmina.

En el callejón de La Rama el Ayuntamiento pone a disposición de los asistentes gran cantidad de ramas vegetales, en la actualidad mayoritariamente de eucalipto; es a partir de este punto que tiene lugar la "bajada de la rama" propiamente dicha, dando lugar a una procesión festiva y multitudinaria de gran colorido que baila al ritmo de las bandas de música agitando las ramas y acompañada por papagüevos.

Desde la calle Guayarmina se desemboca, de nuevo, en la calle de La Concepción, a las puertas casi del Huerto de Las Flores. Antes de llegar a la Iglesia, los "rameros" suben al barrio de San Sebastián, antigua zona de pescadores que tenían devoción a la Virgen de las Nieves.

Desde este barrio se baja a Las Chisqueras haciendo el recorrido por la calle León y Castillo y la calle de San José hasta llegar a la iglesia parroquial. Una vez allí, la comitiva se emboca hacia el Puerto de las Nieves, cruzando el puente del barranco de Agaete. Toma un largo trayecto por la Carretera del Puerto de Las Nieves hasta llegar a la playa.

Durante todo el recorrido los participantes elevan las ramas por encima de sus cabezas al compás de la música de las bandas, que van marcando el ritmo.

Desde los años ochenta del siglo XX se ha popularizado la costumbre por parte de algunos "rameros" de batir el agua del mar con las ramas que portan, en alusión a los rituales prehispánicos propiciatorios de las lluvias que nos relatan las crónicas de la conquista de Canarias.

Finalmente, tras recorrer las calles del Puerto, los "rameros" depositan sus ramas ante la imagen de Nuestra Señora de Las Nieves en la plazuela delante de su ermita en el Puerto de Las Nieves, en torno a las seis de la tarde, dando fin a esta parte de la fiesta.

4.- La Retreta.

La Retreta es el acto que sigue a La Rama y en donde se hace también un recorrido pero sin ramas puesto que ya han sido depositadas en la ermita de Las Nieves. Comienza en torno a las diez de la noche y dura hasta, aproximadamente, la una de la madrugada del día 5 de agosto.

También este acto ha sufrido una evolución; hasta 1910 se celebraba el 3 de agosto en vez del 4. En ella hay una gran participación infantil. Se portan faroles, además de acompañarse de música, antorchas, bengalas y, en algunos años, hubo carrozas. Concluye con los fuegos artificiales, si bien entre 1897 y 1976 tenían lugar en la noche del día principal al 5 de agosto.

B) ESTRUCTURA Y ACTORES DEL ESPACIO FESTIVO.

La disposición de los asistentes en la comitiva de la Rama -como acto central del ritual festivo-, no es casual, a pesar de que el aspecto caótico y multitudinario haga parecer lo contrario. En primer lugar se sitúan el alcalde y los representantes municipales; inmediatamente detrás se sitúa la banda de música y, le siguen, los asistentes y los papagüevos danzando. A los lados de las calles multitud de público se une el recorrido, mientras desde las azoteas vecinos y familiares contemplan el paso del baile.

Aspectos más formales pero de gran importancia para la caracterización de la fiesta es la presencia obligada de bandas y papagüevos.

Las bandas son, obviamente, esenciales para el baile de la multitud en todos los actos de La Rama, desde la diana a la retreta. En 1908 ya se tiene constancia de banda de música en Agaete: la Banda del Círculo Católico Obrero. En 1913 se crea la Banda de La Luz; en la década de 1920, la Banda de Agaete. La incorporación más reciente, desde 1978, la Banda de Guayedra. En la actualidad participan solo la Banda de Agaete y la Banda de Guayedra.

Estas bandas se han nutrido siempre del repertorio tradicional español: marchas, pasodobles, pasacalles y dianas, existiendo en la actualidad algunas piezas que se han convertido en imprescindibles que datan de la primera mitad del siglo XX: Soldado de España, El Campeón, La Madelón (Quand Madelon en su original en francés), Aromas de Enguerra, Aurora Feliz (más conocida por "Quinto Levanta"), Entre Naranjos y Begoñi.

Desde que a finales del siglo XIX se confeccionaran los primeros papagüevos, estos acompañan a la comitiva de La Rama como elemento imprescindible. Aunque los papagüevos no son exclusivos de la festividad de Agaete, los de la Rama guardan unas particularidades que los hacen únicos. Desde mediados del siglo XX se basan en personajes reales y populares del pueblo. De hecho, es frecuente que muchos de ellos sean bailados por las propias personas a las que caricaturizan, de manera que los personajes representados por estas caricaturas danzantes han cambiado y lo seguirán haciendo a lo largo de los años. Existe la costumbre popular, no institucionalizada, de dejar a criterio de la familia la continuidad o la retirada de un papagüevo de la fiesta tras el fallecimiento de la persona representada.

En la actualidad bailan tanto La Rama como la Retreta, aunque en el pasado también lo hacían el 3 de agosto para anunciar las fiestas.

C) VALORACIÓN HISTÓRICA Y ANTROPOLÓGICA.

Desde muy temprano en la historia postconquista de Gran Canaria, Agaete fue un importante centro productor de azúcar, existiendo, al menos, dos ingenios azucareros documentados. Así, a lo largo de los siglos XV, XVI y XVII la leña de pino, acebuche, almácigo, escobón y brezo procedentes de la zona alta del Valle de Agaete y pinar de Tamadaba se transportaba a través del Lance de Bisbique hacia los ingenios azucareros. De hecho, la alimentación con leña de pino fue una particularidad de los ingenios de esta zona (Gambín García, 2008: 267) y la estampa del traslado de leña se hizo muy común durante estas centurias, llevándose a lomos de bestias miles de cargas. Cifras próximas al millón de kilos de leña anuales no fueron infrecuentes en las primeras décadas de la segunda mitad del siglo XVI y aún en 1595 se abastecía con 460.000 kilos (Lobo Cabrera, Santana Pérez y Rodríguez Padilla, 2007: 162-163). Todavía el ingenio de Agaete recibía en 1621, 312 pesos de leña.

Por tanto, durante siglos es un hecho que el transporte de leña hasta la costa fue un acto regular propio de la historia de Agaete y la estampa de los acarreadores era habitual, generándose un imaginario colectivo y popular que marca una relación ancestral entre las comunidades del Valle y los recursos forestales de su cabecera -en especial el pinar de Tamadaba-, a través de caminos para el transporte de leña, madera, carbón o pinocha.

En cualquier caso, la costumbre de enramar las iglesias y calles en fechas de celebraciones a modo de decoración fue común en Canarias a lo largo del Antiguo Régimen. En la isla existen otros pueblos que también celebran o han celebrado distintas variantes relacionadas, como el Valle de Agaete-Rama de San Pedro o Rama Chica y Guía, con su popular "Rama de Las Marías", declarada bien de interés cultural en 2009 (Decreto 152/2009, de 1 de diciembre, por el que se declara Bien de Interés Cultural, con categoría de ámbito local "La Fiesta de La Rama de Las Marías", en el término municipal de Santa María de Guía, isla de Gran Canaria (BOC nº 244, de 15.12.09). Este elemento festivo experimentó un proceso expansivo a partir de la segunda mitad del siglo XX con la proliferación de fiestas de la rama o bajadas de la rama en muchas localidades de la isla. Otras fiestas relacionadas con la utilización de elementos vegetales pueden ser las Cruces de Mayo, Ramos de Frutos, Alfombras del Corpus o los Palmitos de Santa Ana. No obstante, la Rama de Agaete es, sin duda, la más popular del archipiélago y la que en su fisonomía y desarrollo tiene un carácter único que hace que su valor simbólico sea más amplio, dominante y que escape a los límites locales (Galván Tudela, 1987: 43).

Las primeras referencias escritas a una Fiesta de la Rama ordenada, estructurada, ritualizada y ya dotada de ciertos elementos característicos (bandas, papagüevos, ventorrillos, bailes, etc.) datan de la segunda mitad del siglo XIX. A lo largo de este siglo y del XX, la fiesta evoluciona a la forma en la que la conocemos hoy, sin que tengamos una fecha exacta de su creación. La primera referencia escrita conocida a los festejos data de julio de 1867 cuando se escribe en el periódico El País:

"El día 4 acompañará a la entrada de la rama la banda de música de la villa de Guía, enarbolándose el pabellón nacional en todos los buques surtos en la rada, y multitud de oriflamas que ondearán en la ermita de las Nieves y en varios edificios ..."

(El País, 28-7-1867)

Existía la costumbre de que los vecinos fueran en la madrugada del día 4 a buscar las ramas. Esta costumbre se mantuvo hasta la década de 1960. En esas fechas un camión comenzó a encargarse de suministrarla y depositarla en el callejón de La Rama. Esta iniciativa municipal pretendía controlar el corte de la leña para que afectara lo menos posible al pinar de Tamadaba, ante la gran cantidad de gente que acudía.

La tradición de ir a buscar las ramas se mantiene, sin embargo, en la Rama de San Pedro, también en Agaete, aunque se trata de una festividad mucho menos multitudinaria.

Hasta el año 1910, "la Retreta", actualmente el evento final de la fiesta en la noche del día 4, se celebraba en la noche del día 3.

Existe la creencia, muy extendida, de que la Fiesta de la Rama se vincula indudablemente con el pasado prehispánico de Gran Canaria a través de rituales propiciatorios cuyos testimonios nos han llegado a través de las fuentes etnohistóricas:

"Cuando faltaban los temporales, iban en procesión, con varas en la mano, y las magadas con vasos de leche y manteca y ramos de palma. Iban a estas montañas, y allí derramaban la manteca y leche, y hacían danzas y bailes y cantaban endechas en torno de un peñasco, y de allí iban a la mar y daban con las varas en la mar, en el agua, dando todos juntos una gran grita".

(Abreu Galindo, 1977: 156).

"Otro adoratorio hay en término de Gáldar, que dura el nombre, que es el risco de Tirma, lleno de caseríos y grandes cuevas; a éste iban las maguas en romería llevando vasos de leche para regar y ramos en las manos, y de allí bajaban al mar, que está cerca y daban con ellos golpes en el agua pidiendo a Dios socorro en sus necesidades".

(Marín y Cubas, 1993: 204-205).

"... y llevando todos en procesión varas en las manos iban a la orilla del mar y también llevaban ramos de árboles, y por el camino iban mirando al cielo y dando altas voces, levantando ambos brazos puestas las manos y pedían el agua para sus sementeras, y decían Almene Corán, Válgame Dios, dando golpes en el agua con las varas y los ramos, y así con esta súplica les proveía el sumo Dios ..."

(Gómez Escudero y Sedeño, 1936: 80).

A pesar del evidente parecido formal, tanto el hecho de que las primeras referencias a la estructura ritual actual de la Fiesta de la Rama no se remonten a más allá de mediados del siglo XIX, como la existencia de numerosos testimonios orales (Barroso Cruz, 2005), descartan este vínculo directo y enlazan claramente la tradición con las enramadas de iglesias con motivo de festividades religiosas, costumbre reforzada en Agaete por la vinculación antedicha con el suministro de combustible para los ingenios azucareros.

En cualquier caso, es innegable que en los años sesenta y setenta del siglo XX la situación sociopolítica de Gran Canaria hizo necesaria la búsqueda de referentes que pudieran funcionar en procesos de construcción y reformulación de identidades de sustrato histórico, generándose una resignificación consistente en vincular a la Fiesta de la Rama con unos supuestos orígenes prehispánicos. Pero además se alteró en su forma para adaptarlo al discurso que lo acompaña y que le da sentido (Santana Jubells, 2001: 265-266), dando lugar a componentes formales como el batido de las ramas en el mar. La fiesta fue alegato y articuló un lenguaje de expresión relacionado con criterios identitarios cercanos a la construcción nacionalista.

La primera referencia en este sentido fue enunciada en 1960 por José Antonio García Álamo, que con carácter literario e imaginario la relacionaba por primera vez con el rito indígena de petición de lluvia. A ello se unía el que Agaete hubiese sido un importante núcleo de poblamiento prehispánico que está presente, por ejemplo, en la impresionante necrópolis del Maipés o el poblado de Bisbique.

No obstante, la aportación de ligazón entre lo indígena y lo festivo, si bien es tardía no debe ser objeto de menosprecio sino de una construcción evolutiva y también legendaria de la propia fiesta. Así, esta construcción sociohistórica aporta a la fiesta un nuevo elemento de multiculturalidad que, en cualquier caso, está presente en la población que participa en ella y en la Historia del propio pueblo de Agaete. Con ella, los festejos se enriquecieron.

D) JUSTIFICACIÓN.

Un primer elemento a tener en consideración a la hora de plantear la existencia efectiva de los notorios valores que justifican la declaración de Bien de Interés Cultural a favor de La Rama de Agaete, a los que hace referencia el artículo 17 de la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias, es el profundo arraigo popular de la fiesta en las dimensiones local, insular e incluso suprainsular. La Rama de Agaete es un referente fijo en el año conocido por todos los grancanarios, y raro es el habitante de la isla que no haya "bajado La Rama", al menos, una vez en su vida.

Un segundo elemento identificativo de esta fiesta es su carácter dinámico, en un marco polisémico que combina esencia ritual y evolución cronológica del espacio festivo para adaptarse, con éxito, a todos los momentos y generaciones que la han hecho suya a lo largo de los siglos.

En lo sincrético, se trata de una fiesta inclusiva que ha logrado el justo maridaje entre lo pagano, representado por La Rama en sí, y la religiosidad propia de las fiestas en honor de la Virgen de las Nieves, de la que forma parte.

La Rama de Agaete también se configura como un espacio inmaterial de comunicación intergeneracional, sirviendo de "rito paso" entre la infancia y la madurez y en el que se mezclan asistentes de todas las edades cumpliendo un mismo ritual.

En un sentido parecido, es también un rito de adopción del foráneo por parte de la dimensión local, configurándose en un poderoso vehículo de integración, de tal suerte que, durante la celebración no hay distinción real entre el natural de Agaete y el visitante, siendo todos los presentes "rameros".

Un fenómeno similar se produce en la dimensión social, jugando aquí la Fiesta de La Rama el rol de igualadora de clases y niveles socioeconómicos o culturales.

Otra dimensión de gran importancia para la Fiesta de la Rama de Agaete, y que la particulariza de otras festividades tradicionales de Canarias, es su estrecha vinculación con la creación artística y cultural, habiendo servido al mismo tiempo de catalizador de la creatividad y de vehículo de su expresión a través de la obra de multitud de artistas plásticos y literarios.

A estas particularidades que la hacen única hay que añadirle el resto de componentes y valores inherentes a las fiestas populares de Canarias: formas de multiculturalidad, ejes y vehículos de socialización, formas de preservación y fomento de tradiciones, generadores de beneficios económicos, integradores de las identidades locales y regionales ...

Todo ello combinado y destilado para configurar un paisaje cultural inmaterial único, profundamente arraigado en la mente colectiva y el imaginario del grancanario y que, no obstante, trasciende con mucho su alcance local e insular para ampliar su área de influencia cultural al resto del archipiélago y más allá por vía del turismo.

© Gobierno de Canarias